
Últimas consideraciones legales y científicas.
En el sector cosmético, algunos ingredientes son periódicamente sometidos a escrutinio, generando debates y preocupaciones. Entre ellos, los ftalatos han sido objeto de especial atención, particularmente por su uso en perfumes y productos cosméticos. Pero, ¿qué son exactamente los ftalatos, por qué se emplean y qué dice la evidencia científica sobre su seguridad?
¿Qué son los ftalatos y para qué se utilizan?
Desde el punto de vista químico, los ftalatos son ésteres del ácido ftálico. No se trata de una innovación reciente: han existido durante casi un siglo y su producción se incrementó notablemente a partir de los años 50, cuando se convirtieron en un componente clave en la fabricación del PVC.
Su principal función es la de plastificantes, es decir, sustancias que confieren flexibilidad y maleabilidad a los plásticos. Sin embargo, su uso va mucho más allá: están presentes en adhesivos, selladores, pinturas, materiales de caucho, cables eléctricos, pavimentos, envases, dispositivos médicos, esmaltes, además de estar muy presentes en la ropa y el equipamiento deportivo.
Debido a su amplia presencia, la exposición a los ftalatos ha despertado el interés de la comunidad científica y de las autoridades regulatorias, que buscan evaluar su impacto en la salud humana y el medioambiente.

Ftalatos y seguridad: ¿existe un riesgo para la salud?
Los ftalatos forman parte de nuestra vida cotidiana: estamos expuestos a ellos a través de la alimentación, el contacto con la piel e incluso el aire que respiramos. Dado que no están químicamente ligados a los materiales en los que se incorporan, pueden liberarse en el entorno y contaminar el medioambiente.
De hecho, un reciente estudio ha demostrado que las personas que comen comida rápida tienen niveles más altos de ftalatos en su cuerpo. Este riesgo aumenta en el caso de los productos infantiles, debido a que los niños tienden a meterse en la boca cualquier cosa que cae en sus manos. La empresa química afirma que los ftalatos no son tóxicos, pero cuando entran en nuestro cuerpo ingeridas o aspiradas, se descomponen en el hígado o los pulmones en otro tipo de moléculas.
Algunos estudios han demostrado que los ftalatos tienen efectos perjudiciales para la salud, pero de momento solo en ratones. Eso concluía una investigación de 2012: que estos compuestos generan “huellas de desregulación génica en varios genes involucrados en la reproducción”, tal y como explicaba la Dra. Ainhoa Iriberri . Lo que los científicos encontraron era que los ftalatos podían generar en los animales problemas en el desarrollo testicular y la generación del esperma.
Sin embargo, no todos los ftalatos presentan el mismo perfil de seguridad. Algunos, como el DEHP, DBP, DIBP y BBP, han sido objeto de preocupación por sus posibles efectos sobre la salud humana. Se ha sugerido que pueden actuar como disruptores endocrinos e influir en la fertilidad, especialmente en los hombres, aunque, como hemos visto antes, los estudios sólo han alcanzado resultados en animales. Por eso algunos científicos ponen el foco en la gestación y la infancia, con diversos estudios que han señalado que podrían afectar el desarrollo sexual en niños varones y aumentar el riesgo de infertilidad en la adultez, ya que la gestación y la infancia son momentos de mayor afectación y sensibilidad ante todo tipo de sustancias. Por esta razón, su uso ha sido estrictamente regulado y, en muchos casos, restringido o prohibido en la industria y el comercio.

Las mujeres embarazadas y los niños pequeños también han sido identificados como grupos vulnerables a la exposición a estos compuestos. Se está abriendo una linea de investigación en la que se estudia el periodo de gestación y lactancia con problemas de TDA y TDAH, así como el autismo. Aunque estos estudios no son determinantes, es cierto que el consumo de alguna sustancia está afectando a los déficit de atención de los infantes y, parece que una linea de investigación abierta es esta a la espera de resultados verificables.
Además, algunos ftalatos no solo representan un riesgo para la salud, sino también para el medioambiente, ya que pueden acumularse en suelos y cuerpos de agua, afectando a la fauna.
Ftalatos en cosmética: regulación y seguridad
En la Unión Europea, el único ftalato permitido en cosméticos es el Dietilftalato (DEP), utilizado en pequeñas cantidades como fijador y como agente desnaturalizante del alcohol etílico, evitando su uso como bebida.
En perfumería, el DEP actúa como disolvente de otros ingredientes y regula la evaporación de las notas volátiles, contribuyendo a una difusión más uniforme de la fragancia.
La Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) ha declarado que no existen riesgos asociados al DEP, destacando además su biodegradabilidad completa (100%). Por lo tanto, se considera seguro tanto para la salud humana como para el medioambiente.
A pesar de ello, el DEP sigue en proceso de evaluación como posible disruptor endocrino. En 2020, fue incluido en la lista de sustancias en estudio, aunque hasta la fecha no se han identificado efectos adversos sobre el sistema endocrino, no se cesa de investigar su repercusión para la salud.
El Comité Científico para la Seguridad del Consumidor (SCCS), órgano independiente de la Comisión Europea, ha analizado extensamente el DEP y ha confirmado su seguridad en productos cosméticos, aunque sigue la investigación ya que se tienen sospechas de este producto que está en la frontera y tiene que estar continuamente estudiado.
Existen numerosos estudios que respaldan la seguridad de los ftalatos en cosmética. Entre los más relevantes:
- En 2001, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. no encontraron relación entre la exposición a ftalatos en cosméticos y efectos adversos en la salud.
- En 2002, el Cosmetic Ingredient Review (CIR), un panel de expertos patrocinado por la industria, concluyó que los niveles de ftalatos en cosméticos eran significativamente bajos en comparación con las dosis que podrían causar efectos adversos en animales.
- La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. ha señalado que, hasta el momento, no existen pruebas de que los ftalatos utilizados en cosméticos representen un riesgo para la salud.
¿Por qué persisten las dudas sobre los ftalatos en cosméticos?
Las preocupaciones en torno a los ftalatos suelen derivarse de una generalización del término, sin distinguir entre las distintas variedades. Esto puede generar confusión y llevar a una equiparación errónea de sustancias con perfiles de seguridad muy diferentes.
Es fundamental destacar que los cosméticos comercializados en Europa deben cumplir con una de las regulaciones más estrictas del mundo, lo que implica evaluaciones exhaustivas de la seguridad de sus ingredientes y formulaciones.
Conclusión
Los ftalatos abarcan un grupo amplio y diverso de compuestos, algunos de los cuales presentan riesgos reales para la salud y el medioambiente. Es esencial que la comunidad científica continúe monitoreando su uso y efectos. Tal vez la comunidad científica denomíname en varios años al DEP como sustancia prohibida o restringida. Es cierto que está presente en la mayoría de los cosméticos y perfumes comerciales actuales.
No obstante, cuando se trata de ftalatos en cosmética, es crucial diferenciar entre aquellos prohibidos por su toxicidad y aquellos autorizados por su seguridad o en estudio.
El Dietilftalato (DEP), el único ftalato permitido en los cosméticos europeos, no ha sido asociado con efectos negativos en la salud humana y su uso está regulado por normativas rigurosas, además de seguir en estudio a la espera de encontrar si es un disyuntor endocrino.
Para quienes desean minimizar la exposición a los ftalatos en general, es recomendable reducir el uso de plásticos de un solo uso y prestar atención a los materiales en los que se almacenan y calientan los alimentos. Sin embargo, en el caso de los cosméticos y perfumes, las actuales evidencias científicas y las regulaciones vigentes permiten su uso con total tranquilidad.
Pero es evidente que las autoridades son capaces de regular el porcentaje mínimo de cada producto cosméticos, pero no regula en desatado consumismo del cliente en general. Hoy en día, usamos más de diez cosméticos comerciales, incluidos los perfumes… La suma total acumulada en sangre de DEP y otros derivados sintéticos es superior a la permitida para un sólo producto. Esta acumulación es la que se debe cuidar y observar en nuestro consumo diaria y semanal. EL cuerpo es un gran acumulador de estos elementos permitidos en porcentaje, pero que el cuerpo le cuesta procesar. Es cierto que está regulado su consumo para cada cosmético que se fabrica, pero somos nosotros los que debemos cuidar que el numero de productos consumidos sea el indispensable, para que nuestra salud no se resienta.
Si consumes productos comerciales, prueba a consumir productos naturales que no incrementen estos elementos regulados. Tal vez un limpiador natural, un jabón ECO, una crema hidratante natural… puedan sustituir alguno de los productos cosméticos. Aprender a cuidarse, y reduciendo el consumo de tóxicos haga que las sustancias acumuladas sea menor. Ya sabes que esto se nota a la larga, con el paso de los años. Solamente controla y reduce. Consume algún producto natural o sustituye alguno por una opción ECO si aún no estas convencido/a.
Para saber más.