Jabón de arcilla
Elaboración. Jabón artesanal de arcilla ecológico elaborado con aceite de oliva ecológico de calidad superior obtenido mediante procedimientos mecánicos y arcilla roja. No contiene ingredientes derivados de animales. Jabón natural libre de parabenos, colorantes, conservantes y aromatizantes. Exento de aceites minerales derivados del petróleo. Productos naturales biodegradables respetuosos con el medio ambiente. No testado en animales.
Propiedades. Adecuado para eliminar de la piel el exceso de grasa, puntos negros y espinillas.
Peso. 120 gramos (aprox.)
Modo de empleo. Una o dos veces por semana. Aplicar sobre la cara húmeda y dar masajes ligeros realizando movimientos circulares tras haber sacado espuma previamente con las manos, insistiendo sobre la frente, nariz y mentón dejando actuar la espuma dos minutos. Aclarar con abundante agua. Utilizar el jabón de arcilla una o dos veces por semana. Para el resto del cuerpo y cabello, seguir el mismo procedimiento dejando actuar la espuma algo más de tiempo e incidiendo con más perseverancia directamente con el jabón sobre la zona a tratar.
Jabón de arcilla: tradición ancestral y aliado moderno para el cuidado de la piel
El jabón de arcilla ha ganado protagonismo en la cosmética natural por su capacidad para purificar, equilibrar y revitalizar la piel sin recurrir a ingredientes agresivos. Utilizado desde la Antigüedad por civilizaciones como la egipcia y la romana, este tipo de jabón combina los beneficios de las arcillas minerales con aceites vegetales saponificados, ofreciendo una limpieza profunda que respeta la barrera cutánea. Hoy, el jabón de arcilla es considerado un cosmético versátil y altamente eficaz, tanto en rutinas de belleza como en tratamientos dermatológicos suaves.
¿Qué es el jabón de arcilla?
Se trata de un producto de higiene sólido cuya base es una mezcla de aceites o grasas saponificadas, a la que se incorpora una determinada arcilla en polvo (como la verde, roja, blanca o rosa). La elección del tipo de arcilla determina el efecto del jabón sobre la piel. La arcilla aporta propiedades absorbentes, purificantes, calmantes o regeneradoras, dependiendo de su composición mineral y su origen geológico.
En general, los jabones de arcilla no contienen perfumes sintéticos ni aditivos químicos, lo que los convierte en una opción ideal para pieles sensibles, grasas o con tendencia acneica. Además, su elaboración suele seguir principios de la cosmética slow y sostenible, reforzando su atractivo para quienes buscan una rutina de cuidado más consciente.
Propiedades principales
El jabón de arcilla destaca por su capacidad para limpiar la piel en profundidad sin resecarla. A diferencia de los limpiadores convencionales, arrastra las impurezas y el exceso de sebo respetando el equilibrio hidrolipídico de la piel. Esto se debe a la sinergia entre la acción tensioactiva del jabón y el efecto detoxificante de la arcilla.
Entre sus propiedades más relevantes se encuentran:
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Absorción del exceso de grasa: especialmente eficaz en pieles mixtas o grasas, el jabón de arcilla ayuda a reducir brillos, puntos negros y granitos.
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Efecto exfoliante suave: gracias a la textura fina de la arcilla, elimina células muertas sin dañar la epidermis.
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Acción antiinflamatoria y calmante: muchas arcillas contienen oligoelementos que reducen la irritación y calman las rojeces.
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Estimulación de la circulación: al aplicarse con movimientos circulares, mejora el riego sanguíneo superficial, favoreciendo una piel más luminosa.
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Regeneración celular: algunos tipos de arcilla, como la blanca o caolín, estimulan la renovación celular, aportando firmeza y vitalidad.
Tipos de arcilla y sus beneficios
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Arcilla verde: rica en silicio, magnesio y hierro. Ideal para pieles grasas o acneicas. Su potente acción purificante elimina toxinas y regula el sebo.
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Arcilla roja: oxigenante y revitalizante. Aporta luminosidad a las pieles apagadas y mejora la microcirculación.
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Arcilla blanca (caolín): suave y apta para pieles sensibles. Calma, regenera y aporta minerales esenciales.
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Arcilla rosa: combinación de blanca y roja, muy equilibrada. Recomendable para pieles delicadas, secas o maduras.
Uso y recomendaciones
Para aprovechar al máximo sus beneficios, el jabón de arcilla debe utilizarse sobre la piel húmeda, realizando un suave masaje en rostro o cuerpo. Puede aplicarse una o dos veces al día, dependiendo del tipo de piel. En pieles secas o sensibles, se recomienda limitar su uso a 2-3 veces por semana y alternarlo con limpiadores más hidratantes.
Tras su uso, es aconsejable aplicar una crema hidratante o un sérum calmante, ya que la acción absorbente de la arcilla puede dejar la piel ligeramente más seca si no se compensa con una hidratación adecuada.
Un gesto sencillo, un beneficio duradero
El jabón de arcilla representa una fusión perfecta entre tradición y eficacia moderna. Aporta limpieza, frescor y cuidado sin comprometer la salud cutánea ni el medio ambiente. Su formulación minimalista, rica en activos naturales, lo convierte en un imprescindible para quienes buscan una rutina cosmética respetuosa y funcional. Ya sea para controlar el acné, revitalizar la piel o simplemente mantener una higiene equilibrada, este jabón se consolida como un recurso versátil y esencial en el cuidado diario.