TESTADO DERMATOLÓGICAMENTE
Elaboración. Jabón artesanal natural elaborado con aceite de oliva de calidad superior obtenido mediante procedimientos mecánicos y aceite de argán de primera presión en frío ecológico. No contiene ingredientes derivados de animales. Jabón libre de parabenos, colorantes, conservantes y aromatizantes. Exento de aceites minerales derivados del petróleo. Producto biodegradable respetuoso con el medio ambiente. No testado en animales.
Propiedades. Hidratante, calmante y regenerador para la piel de todo el cuerpo.
Peso. 120 gramos (aprox.)
Modo de empleo. Aplicar mediante un suave masaje directamente con la propia pastilla, dejar actuar dos minutos sobre la piel, y aclarar con abundante agua.
El jabón de argán: características y propiedades para el cuidado de la piel
El jabón de argán se ha consolidado como uno de los productos cosméticos más apreciados por sus múltiples beneficios para la piel. Elaborado a partir del aceite de argán —conocido también como “oro líquido de Marruecos”—, este jabón combina tradición y eficacia en un formato sólido que resulta práctico, versátil y respetuoso con el medio ambiente.
Origen y composición
El aceite de argán, ingrediente principal del jabón, se obtiene de las semillas del árbol Argania spinosa, endémico del suroeste de Marruecos. Este aceite se extrae mediante un proceso tradicional de prensado en frío que permite conservar todas sus propiedades. Rico en ácidos grasos esenciales (como el ácido linoleico y oleico), vitamina E, esteroles y polifenoles, el aceite de argán es un potente regenerador cutáneo y antioxidante natural.
El jabón de argán se fabrica normalmente a partir de una base vegetal, como aceite de coco, oliva o palma, a la que se incorpora el aceite de argán en diferentes concentraciones. Muchas veces es un producto artesanal, sin conservantes ni perfumes artificiales, lo que lo convierte en una opción ideal para pieles sensibles.
Propiedades dermatológicas
El uso regular del jabón de argán aporta numerosos beneficios, tanto para el rostro como para el cuerpo:
1. Hidratación profunda:
Gracias a su alto contenido en ácidos grasos insaturados, este jabón ayuda a restaurar la barrera lipídica de la piel, evitando la pérdida de agua. Es especialmente útil en casos de piel seca, descamada o agrietada.
2. Acción antioxidante y anti-edad:
La vitamina E (tocoferol) presente en el aceite de argán protege las células de la piel contra el daño oxidativo causado por los radicales libres, lo que ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro. El uso constante puede mejorar la elasticidad de la piel y atenuar arrugas finas.
3. Efecto regenerador y cicatrizante:
El jabón de argán favorece la regeneración celular y acelera la curación de pequeñas heridas, quemaduras o marcas del acné. Sus propiedades antiinflamatorias también lo hacen útil en pieles con eccema o dermatitis.
4. Limpieza suave sin resecar:
A diferencia de otros jabones que alteran el pH natural de la piel, el jabón de argán ofrece una limpieza respetuosa, eliminando impurezas y exceso de grasa sin eliminar los aceites naturales necesarios para mantener la piel equilibrada.
5. Acción seborreguladora:
En pieles grasas o con tendencia acneica, este jabón contribuye a regular la producción de sebo sin agredir la epidermis, evitando el efecto rebote que provocan algunos productos astringentes.
Usos recomendados
El jabón de argán puede utilizarse diariamente como limpiador facial, corporal e incluso para el cabello. En la higiene facial, es especialmente recomendable en rutinas matutinas y nocturnas, ya que deja la piel limpia, luminosa y suave. Para el cuerpo, proporciona una sensación de hidratación duradera, ideal tras la ducha. Algunos usuarios también lo emplean como champú sólido, beneficiándose de su efecto nutritivo en cueros cabelludos secos o sensibles.
Alternativa ecológica
Además de sus beneficios para la piel, el jabón de argán en formato sólido representa una alternativa sostenible frente a los geles y limpiadores líquidos envasados en plástico. Su durabilidad, biodegradabilidad y la posibilidad de adquirirlo sin embalajes lo convierten en un producto alineado con los principios de la cosmética natural y ecológica.
Conclusión
El jabón de argán es mucho más que un producto de higiene: es una herramienta de cuidado integral para todo tipo de pieles. Su riqueza en nutrientes esenciales, combinada con su suavidad y su eficacia, lo hacen ideal para quienes buscan una cosmética respetuosa, tanto con el cuerpo como con el entorno. Su uso regular no solo mejora la textura y apariencia de la piel, sino que también contribuye a preservar su salud a largo plazo.