El aceite de cáñamo tiene propiedades calmantes y regenerantes los aceites vegetales nutren la epidermis y la protegen para darle brillo y suavidad. Una aplicación regular previene la deshidratación y el envejecimiento cutáneo
Las listas de los ingredientes que aparecen en la composición de los productos cosméticos y perfumes HÉVÉA pueden variar para cumplir con la legislación actual, debido a la actualización constante de las normas. Las listas de los ingredientes que aparezcan en el embalaje de su producto serán los correctos y adecuados al producto comprado. Si puede presentar algún riesgo de alergia, por favor comprobar siempre la lista de ingredientes antes del uso de su producto
Cara y cuerpo: aplicar mañana y noche para revitalizar la piel. Como mascarilla capilar para devolver brillo y belleza al cabello. Añadir aceite esencial para una acción más específica.- Para uso cosmético y/o culinario, según el aceite en particular.
– Se pueden utilizar puros o asociados entre ellos para beneficiarse simultáneamente de todas sus ventajas.
– Constituyen un excipiente inmejorable para diluir sus aceites esenciales.
– Forman una base excelente para sus aceites de masaje.
Conservar en un lugar fresco, seco y protegido de la luz.
Aceite vegetal de cáñamo: origen, propiedades y aplicaciones cosméticas
El aceite vegetal de cáñamo ha emergido en los últimos años como un ingrediente destacado en cosmética natural, gracias a su riqueza en ácidos grasos esenciales, su textura ligera y su notable capacidad para calmar, nutrir y equilibrar la piel. Procedente de una planta históricamente cultivada por sus múltiples usos, este aceite destaca por su perfil lipídico perfectamente equilibrado y su excelente tolerancia cutánea. En este artículo se abordan su origen, composición y principales aplicaciones en cosmética.
Origen y extracción
El aceite vegetal de cáñamo se obtiene a partir de las semillas del Cannabis sativa, una planta cultivada desde hace milenios por sus fibras textiles, sus semillas comestibles y sus propiedades terapéuticas. Es importante destacar que el aceite cosmético se extrae exclusivamente de variedades legales de cáñamo industrial, con un contenido insignificante de THC (tetrahidrocannabinol), el principio psicoactivo de la planta, lo que garantiza su total seguridad en el uso tópico.
La extracción del aceite se realiza mediante presión en frío de las semillas, proceso que permite conservar sus principios activos intactos. El resultado es un aceite fluido, de color verde intenso y aroma vegetal, que refleja su riqueza en clorofila y compuestos bioactivos.
Composición y propiedades
El aceite de cáñamo posee una de las composiciones lipídicas más completas y equilibradas entre los aceites vegetales. Está compuesto en un 75-80 % por ácidos grasos poliinsaturados, principalmente ácido linoleico (omega 6, entre un 50-60 %) y ácido alfa-linolénico (omega 3, entre un 15-20 %), en una proporción ideal para mantener la función barrera de la piel y modular los procesos inflamatorios. También contiene ácido gamma-linolénico (GLA), que contribuye a la regeneración celular y al alivio de afecciones inflamatorias.
Además de su perfil lipídico, el aceite de cáñamo es rico en vitamina E (tocoferoles), esteroles y minerales como zinc y magnesio. Estos componentes refuerzan su acción antioxidante, protectora y calmante, haciendo de este aceite un aliado frente a agresiones externas como la polución, los cambios de temperatura o la radiación solar.
Gracias a su textura ligera y su rápida absorción, no deja sensación grasa ni obstruye los poros, lo que lo convierte en un aceite adecuado para todo tipo de pieles, incluidas las mixtas, grasas o con tendencia acneica.
Usos cosméticos
El aceite de cáñamo es un ingrediente versátil que se puede incorporar en una amplia gama de productos cosméticos, tanto faciales como corporales y capilares. En cuidado facial, destaca por su capacidad para hidratar sin saturar, calmar irritaciones y reforzar la barrera cutánea. Es especialmente indicado en pieles sensibles, deshidratadas, con tendencia a la dermatitis o al acné inflamatorio.
Se utiliza en sérums, cremas nutritivas, aceites faciales y lociones calmantes, donde aporta hidratación duradera, elasticidad y un efecto equilibrante sobre la producción de sebo. Su acción antiinflamatoria natural lo hace adecuado para tratar pieles con rojeces, eccema o psoriasis, ayudando a reducir la sensación de picor y tirantez.
En cosmética corporal, puede encontrarse en bálsamos, mantecas y productos post-solares, donde ejerce una acción regeneradora y suavizante. También es excelente para masajes, por su textura agradable y su poder emoliente.
En el cuidado capilar, el aceite de cáñamo nutre el cuero cabelludo y refuerza la fibra capilar sin apelmazar. Puede emplearse en champús, acondicionadores o mascarillas para aportar brillo, controlar el encrespamiento y mejorar la salud del cabello, especialmente en casos de cuero cabelludo seco o con descamación.
Consideraciones finales
El aceite vegetal de cáñamo representa un equilibrio perfecto entre nutrición, ligereza y eficacia. Su perfil lipídico excepcional, su acción calmante y antioxidante, y su capacidad para adaptarse a diversos tipos de piel lo convierten en un ingrediente de alto valor cosmético. Para asegurar sus beneficios, es recomendable optar por un aceite de cáñamo virgen, de primera presión en frío y certificado ecológico, libre de contaminantes y con trazabilidad garantizada.
Por sus múltiples propiedades y su perfil sensorial agradable, el aceite de cáñamo se consolida como una opción ideal en cosmética natural, respetuosa con la piel y el medio ambiente, que responde a las demandas actuales de eficacia, sostenibilidad y bienestar.