Macadamia BIO

10.2524.20 IVA incluido

ACEITE VEGETAL

Macadamia BIO Macadamia ternifolia

Modo de cultivo: ecológico
Parte utilizada: nuez
Origen: Kenia
Método de extracción: Primer prensado en frío

Descripción

Calmantes y regenerantes los aceites vegetales nutren la epidermis y la protegen para darle brillo y suavidad. Una aplicación regular previene la deshidratación y el envejecimiento cutáneo.

Principales ingredientes : Arachidic acid, Linoleic acid, Oleic acid, Palmitic acid, Palmitoleic acid, Stearic acid, 11-eicosenoic acid
INCI : Macadamia Ternifolia Seed Oil*
* ingredientes procedentes de la Agricultura Ecológica

 

Las listas de los ingredientes que aparecen en la composición de los productos cosméticos y perfumes HÉVÉA pueden variar para cumplir con la legislación actual, debido a la actualización constante de las normas. Las listas de los ingredientes que aparezcan en el embalaje de su producto serán los correctos y adecuados al producto comprado. Si puede presentar algún riesgo de alergia, por favor comprobar siempre la lista de ingredientes antes del uso de su producto

Modo de empleo
Cara y cuerpo: aplicar mañana y noche para revitalizar la piel. A modo de desmaquillante extra suave. Como mascarilla capilar para devolver brillo y belleza al cabello. Añadir aceite esencial para una acción más específica.- Para uso cosmético y/o culinario, según el aceite en particular.
– Se pueden utilizar puros o asociados entre ellos para beneficiarse simultáneamente de todas sus ventajas.
– Constituyen un excipiente inmejorable para diluir sus aceites esenciales.
– Forman una base excelente para sus aceites de masaje.

Conservación
Conservar en un lugar fresco, seco y protegido de la luz.

El aceite vegetal de macadamia: extracción, propiedades y usos cosméticos

El aceite vegetal de macadamia se ha consolidado como uno de los ingredientes más apreciados en la cosmética natural contemporánea gracias a su perfil lipídico único, su alta estabilidad oxidativa y sus múltiples beneficios para la piel y el cabello. Procedente de las nueces del árbol Macadamia integrifolia o Macadamia tetraphylla, originarios de Australia, este aceite ha encontrado un lugar privilegiado tanto en formulaciones cosméticas artesanales como en productos dermatológicos de alta gama.

Extracción del aceite de macadamia

La extracción del aceite de macadamia se realiza principalmente mediante presión en frío de las nueces secas y descascaradas. Este método mecánico, sin uso de disolventes ni calor excesivo, garantiza la preservación de los compuestos bioactivos presentes en el fruto, especialmente los ácidos grasos insaturados, los fitoesteroles y los tocoferoles (vitamina E). El resultado es un aceite de color amarillo claro, con aroma suave a nuez, textura ligera y rápida absorción cutánea.

El rendimiento del aceite oscila entre el 65 % y el 75 % del peso de la nuez seca, siendo uno de los aceites más ricos en ácido palmitoleico (omega-7), un lípido escaso en el reino vegetal pero abundante en el sebo humano, lo que le confiere una excelente afinidad con la piel.

Composición y propiedades

Desde el punto de vista químico, el aceite de macadamia destaca por su alto contenido en:

  • Ácido oleico (omega-9): entre el 50 % y el 60 %, aporta propiedades emolientes, suavizantes y nutritivas.

  • Ácido palmitoleico (omega-7): entre el 18 % y el 25 %, actúa como regenerador cutáneo y protector de la barrera lipídica.

  • Ácido linoleico (omega-6): en menor proporción (1–4 %), favorece la reparación epidérmica y contribuye a mantener la hidratación.

  • Escualeno vegetal, fitoesteroles y compuestos antioxidantes como la vitamina E, que combaten el estrés oxidativo y previenen el envejecimiento cutáneo.

Gracias a esta composición, el aceite de macadamia posee propiedades altamente hidratantes, regeneradoras, antioxidantes, calmantes y protectoras, adecuadas para todo tipo de pieles, incluidas las secas, sensibles o maduras. Su textura ligera y no comedogénica permite su uso incluso en pieles mixtas o con tendencia acneica.

Aplicaciones cosméticas

El aceite de macadamia se utiliza en una gran variedad de productos cosméticos, desde cremas faciales hasta aceites corporales, champús, bálsamos labiales y formulaciones para el cuidado del bebé. Entre sus principales aplicaciones destacan:

  1. Hidratación facial y corporal: Se emplea como aceite portador en masajes o como ingrediente activo en cremas y lociones. Nutre en profundidad sin dejar sensación grasa.

  2. Prevención del envejecimiento cutáneo: Su acción antioxidante y regeneradora lo convierte en un aliado para prevenir la aparición de arrugas y líneas de expresión.

  3. Cuidado del cabello: Aplicado en mascarillas o como sérum capilar, mejora la elasticidad de la fibra, aporta brillo y suavidad, y protege frente a la deshidratación y el daño térmico.

  4. Pieles irritadas o con dermatitis: Su capacidad calmante y restauradora lo hace útil en pieles con afecciones leves, como eccemas, rojeces o descamación.

  5. Cuidado post-solar: Por su efecto reparador y antiinflamatorio, es ideal para calmar la piel tras la exposición solar.

Consideraciones y conservación

El aceite de macadamia presenta una buena estabilidad oxidativa gracias a sus antioxidantes naturales, aunque se recomienda conservarlo en envases opacos, alejados del calor y la luz directa. No suele provocar reacciones adversas, aunque como con cualquier ingrediente natural, se aconseja realizar una prueba de sensibilidad en pieles muy reactivas.

Conclusión

El aceite vegetal de macadamia es un excelente recurso en cosmética natural, destacando por su afinidad con la piel, su riqueza en ácidos grasos esenciales y su versatilidad de uso. Su incorporación en rutinas de cuidado aporta nutrición, protección y equilibrio, reafirmando su lugar como uno de los aceites vegetales más valiosos del repertorio dermocosmético actual.

 

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Tamaño

50ml, 200ml

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