Descongestiona y calma las pieles cansadas. Ideal para repasar el desmaquillado del contorno de ojos.
Resultante de la destilación de flores de aciano Bio.
Conservante suave autorizado por COSMOS, sin Alcohol.
Las listas de los ingredientes que aparecen en la composición de los productos cosméticos y perfumes HÉVÉA pueden variar para cumplir con la legislación actual, debido a la actualización constante de las normas. Las listas de los ingredientes que aparezcan en el embalaje de su producto serán los correctos y adecuados al producto comprado. Si puede presentar algún riesgo de alergia, por favor comprobar siempre la lista de ingredientes antes del uso de su producto.
– Según las plantas utilizadas en su elaboración, los hidrolatos tienen propiedades refrescantes, calmantes, suavizantes, pero también astringentes y purificantes. Pueden emplearse como tónicos para un desmaquillaje más perfecto.
– Asociándolos, usted podrá crear una loción personalizada perfectamente adaptada a su tipo de piel.
– Constituyen una base excelente para sus mascarillas de arcilla.
Todas las personas pueden usar los hidrolatos sin restricción alguna en su uso.
Conservar en un lugar fresco, seco y protegido de la luz. Una vez abierto, guardar en el frigorífico.
El hidrolato de aciano (Centaurea cyanus), también conocido como agua floral de aciano o agua de centaura, es un producto derivado de la destilación por arrastre de vapor de las flores de esta planta silvestre perteneciente a la familia Asteraceae. Originario de Europa, el aciano crece de forma espontánea en campos de cultivo, especialmente entre cereales, y ha sido utilizado tradicionalmente por sus propiedades calmantes y oftálmicas. Su hidrolato es uno de los más apreciados en cosmética natural por su acción suave, su compatibilidad con pieles sensibles y su eficacia en el cuidado del contorno de ojos.
Características y composición
El hidrolato de aciano es un líquido acuoso, transparente o ligeramente azulado, con un aroma sutil, herbáceo y floral, muy distinto al perfume intenso de los aceites esenciales. Su composición incluye trazas de principios activos solubles en agua como flavonoides (apigenina, luteolina), taninos, sales minerales y pequeñas cantidades de azulenos, responsables de su leve tonalidad azulada. Al no contener alcohol, conservantes ni perfumes añadidos (cuando es 100% puro y ecológico), es apto para todo tipo de pieles, incluyendo las más delicadas.
Propiedades cosméticas
Una de las aplicaciones más conocidas del hidrolato de aciano es su uso como tónico descongestionante para ojos y párpados. Se le atribuyen propiedades antiinflamatorias, calmantes y astringentes, siendo especialmente útil en casos de ojos cansados, hinchazón matutina, bolsas y ojeras. Aplicado en forma de compresas o discos de algodón sobre los párpados cerrados, ayuda a aliviar la fatiga ocular tras largas horas frente a pantallas o situaciones de exposición solar o alergias.
En cosmética facial, el hidrolato de aciano se utiliza como tónico suave para pieles sensibles, secas o con rosácea, ya que calma las rojeces, equilibra el pH cutáneo y prepara la piel para la hidratación posterior. No obstruye los poros y tiene una acción refrescante y reparadora, ideal tras la limpieza diaria o después del afeitado. También puede emplearse como bruma fijadora de maquillaje o para calmar la piel tras la depilación o la exposición al sol.
Usos terapéuticos y tradicionales
Desde la medicina popular, el aciano ha sido valorado por sus propiedades oftálmicas, de ahí que se le conozca también como “sol de los ojos”. El hidrolato se ha empleado tradicionalmente en lavados oculares (previa esterilización o uso adecuado en colirios formulados), aunque en cosmética moderna se prefiere su uso externo y tópico. Se ha asociado también con efectos beneficiosos en pieles con eccema o irritaciones leves, y en forma de spray puede ayudar a calmar escozor, picores o incluso pequeñas quemaduras.
En aromaterapia, aunque su aroma es muy sutil, el hidrolato de aciano se considera un agua emocionalmente equilibrante, asociada a la serenidad y la claridad mental. Puede incluirse en brumas relajantes o combinaciones con otros hidrolatos como el de lavanda, rosa o manzanilla para potenciar su efecto calmante.
Consideraciones de calidad
Es importante elegir hidrolatos de aciano ecológicos, sin conservantes ni aditivos, preferentemente envasados en vidrio oscuro o PET opaco para evitar la degradación de sus compuestos. Su vida útil suele ser de 6 a 12 meses si se conserva en frío y protegido de la luz. Por su fragilidad, debe utilizarse con precaución una vez abierto y descartarse si cambia de olor o aspecto.
Conclusión
El hidrolato de aciano es un tesoro de la cosmética natural: delicado, eficaz y versátil. Su acción descongestiva y calmante lo convierte en un aliado imprescindible para el cuidado diario, especialmente del contorno ocular y las pieles reactivas. Recomendado para quienes buscan una rutina de belleza basada en principios botánicos y sin agresiones, este hidrolato ofrece una experiencia sensorial suave y beneficiosa, conectando el cuidado personal con la tradición herbal europea.