TESTADO DERMATOLÓGICAMENTE
Elaboración. Jabón artesanal natural elaborado con aceite de oliva ecológico de calidad superior obtenido mediante procedimientos mecánicos y flor de caléndula (Calendula officinalis). No contiene ingredientes derivados de animales. Jabón libre de parabenos, colorantes, conservantes y aromatizantes. Exento de aceites minerales derivados del petróleo. Producto biodegradable respetuoso con el medio ambiente. No testado en animales.
Propiedades. Alto poder hidratante y regenerador para la piel de todo el cuerpo. Indicado para quemaduras, higiene de zonas íntimas y el cuidado de pieles sensibles.
Peso. 120 gramos (aprox.)
Modo de empleo. Aplicar mediante un suave masaje directamente con la propia pastilla, dejar actuar dos minutos sobre la piel, y aclarar con abundante agua.
El jabón de caléndula: suavidad terapéutica en cada uso
El jabón de caléndula ha ganado popularidad en los últimos años gracias a su delicadeza sobre la piel y sus múltiples beneficios dermatológicos. Elaborado a partir del extracto o del macerado oleoso de las flores de Calendula officinalis, esta joya de la cosmética natural es reconocida por sus propiedades calmantes, antiinflamatorias, cicatrizantes y emolientes. Su uso está especialmente indicado para pieles sensibles, secas, irritadas o con tendencia atópica, convirtiéndose en un aliado cotidiano tanto en el aseo personal como en el cuidado de la piel de bebés y personas con condiciones dermatológicas especiales.
La caléndula: una flor con historia terapéutica
La caléndula, también conocida como “maravilla”, es una planta herbácea anual originaria del sur de Europa. Desde la Antigüedad, ha sido utilizada por las culturas griega, romana y árabe por sus efectos beneficiosos sobre la piel. Los compuestos bioactivos presentes en sus flores —como los flavonoides, triterpenos, carotenoides y aceites esenciales— confieren a la planta su poder antiinflamatorio, antiséptico y reparador. Estos principios activos actúan de forma sinérgica para reducir la inflamación, aliviar el enrojecimiento y favorecer la regeneración cutánea.
Proceso artesanal y respeto por la piel
El jabón de caléndula suele elaborarse de manera artesanal mediante el proceso de saponificación en frío, una técnica que permite conservar intactas las propiedades de los aceites vegetales y los extractos florales utilizados. La fórmula habitual incluye aceites como el de oliva virgen extra, coco, ricino o almendras dulces, combinados con infusión o macerado oleoso de caléndula, e incluso pétalos secos triturados que aportan un efecto decorativo y exfoliante suave.
Durante la elaboración, se evita el uso de perfumes sintéticos, colorantes artificiales o tensioactivos agresivos, lo que convierte al jabón de caléndula en una opción ideal para quienes buscan productos respetuosos con el equilibrio cutáneo y el medio ambiente.
Beneficios dermatológicos
Los beneficios del jabón de caléndula son amplios y están respaldados por estudios botánicos y ensayos clínicos sobre extractos de la planta. Entre sus principales propiedades destacan:
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Calma las irritaciones: es útil en casos de dermatitis, eccemas leves, rojeces o picores.
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Favorece la cicatrización: gracias a su efecto regenerador, es adecuado para pequeñas heridas, rozaduras, grietas o piel agrietada por el frío.
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Hidrata sin agredir: limpia suavemente sin eliminar la barrera lipídica natural de la piel, algo fundamental en pieles secas o reactivas.
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Apto para bebés: su delicadeza lo convierte en una elección excelente para el aseo infantil o como sustituto de los jabones convencionales en casos de sensibilidad cutánea.
Un producto versátil
Además del uso corporal diario, el jabón de caléndula puede emplearse en el rostro, como desmaquillante suave (especialmente si se combina con el método de doble limpieza), e incluso en la higiene íntima, donde su pH y sus propiedades antiinflamatorias ayudan a mantener el equilibrio de la mucosa sin irritaciones.
También es habitual su aplicación en el lavado de manos frecuente, una práctica que, aunque necesaria, puede resecar o sensibilizar la piel si no se utilizan productos adecuados. El jabón de caléndula, al ser naturalmente humectante y calmante, reduce este riesgo.
Conclusión
El jabón de caléndula representa una excelente opción dentro de la cosmética consciente y natural. Más que un simple producto de higiene, es un gesto de cuidado hacia la piel y el entorno. Su composición botánica, su respeto por los principios de la fitoterapia y su perfil hipoalergénico lo convierten en un imprescindible en cualquier rutina que valore la suavidad, la eficacia y la armonía con la naturaleza.