TESTADO DERMATOLÓGICAMENTE
Elaboración. Jabón artesanal natural elaborado con aceite de oliva ecológico de calidad superior obtenido mediante procedimientos mecánicos y flor de saúco (Sambucus nigra). No contiene ingredientes derivados de animales. Jabón libre de parabenos, colorantes, conservantes y aromatizantes. Exento de aceites minerales derivados del petróleo. Producto biodegradable respetuoso con el medio ambiente. No testado en animales.
Propiedades. Manchas solares y rosácea. Las propiedades de la flor del saúco ayudan a regular la pigmentación superficial de la piel dañada por el sol aclarando las manchas solares.
Peso. 120 gramos (aprox.)
Modo de empleo. Uso diario. Aplicar todas las noches dando un suave masaje, tras sacar espuma con las manos en el caso de usarlo en el rostro, dejar actuar un minuto y aclarar con abundante agua.
Jabón de saúco: limpieza suave con poder antioxidante
El jabón de saúco es uno de los secretos mejor guardados de la cosmética natural. Elaborado a partir de las flores y, en algunos casos, las bayas del Sambucus nigra, este jabón combina suavidad, poder antioxidante y propiedades antiinflamatorias que lo convierten en una opción excepcional para el cuidado diario de la piel, especialmente en rostros sensibles o maduros. Apreciado tanto por su eficacia como por su origen vegetal, el jabón de saúco ofrece una alternativa natural a los limpiadores convencionales con resultados visibles y respetuosos con el equilibrio cutáneo.
El saúco: una planta medicinal milenaria
El Sambucus nigra, comúnmente conocido como saúco, es un arbusto originario de Europa que crece en zonas templadas y húmedas. Sus flores, de color blanco-crema, se recolectan a finales de primavera, mientras que sus pequeñas bayas negras maduran a finales del verano. Tradicionalmente, esta planta ha sido utilizada en medicina natural por sus efectos sudoríficos, expectorantes y antiinflamatorios. En cosmética, tanto las flores como las bayas aportan compuestos antioxidantes, flavonoides, taninos, ácidos fenólicos y vitaminas A, B y C que protegen y regeneran la piel.
Jabón de saúco: ingredientes y elaboración
El jabón de saúco suele fabricarse mediante el método artesanal de saponificación en frío, una técnica que respeta las propiedades de los ingredientes y garantiza un producto final rico en glicerina natural. Los componentes básicos suelen incluir aceites vegetales de primera presión (como el aceite de oliva, coco o ricino), infusión de flores de saúco, y en ocasiones, un extracto o puré de bayas para intensificar los beneficios antioxidantes.
El resultado es un jabón cremoso, de aroma delicado y textura suave, que limpia sin resecar ni irritar. En algunas formulaciones, también se incorporan aceites esenciales (como lavanda o geranio) que complementan la acción calmante del saúco, y arcillas suaves como la blanca o rosa para aportar purificación sin agresión.
Beneficios principales para la piel
Las propiedades del jabón de saúco están estrechamente relacionadas con los compuestos activos que contiene esta planta. Entre sus beneficios dermatológicos destacan:
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Acción antioxidante: los flavonoides y ácidos fenólicos presentes en las flores y bayas ayudan a neutralizar los radicales libres responsables del envejecimiento prematuro. Esto lo convierte en un excelente jabón facial para pieles maduras o con signos de fatiga.
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Calma e hidrata: el saúco posee efectos antiinflamatorios que alivian irritaciones, rojeces y sensibilidad, por lo que es apto para pieles reactivas o afectadas por dermatitis leve.
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Unifica el tono: su uso continuado puede contribuir a reducir pequeñas manchas o irregularidades pigmentarias gracias a su efecto regenerador y despigmentante suave.
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Purifica sin agredir: a diferencia de los jabones industriales, que suelen contener sulfatos y perfumes sintéticos, el jabón de saúco limpia la piel respetando su manto hidrolipídico y sin provocar sequedad.
Usos y aplicaciones recomendadas
El jabón de saúco es adecuado para la higiene diaria del rostro, cuerpo y manos. En pieles mixtas o sensibles, puede utilizarse como único limpiador facial, mientras que en rutinas de doble limpieza, actúa como el segundo paso perfecto tras un desmaquillante oleoso. También se recomienda para pieles con tendencia acneica leve, gracias a su acción calmante y antiséptica natural.
Su textura y composición permiten incluso el uso en pieles con rosácea o cuperosis, siempre y cuando la formulación no contenga fragancias agresivas. En el caso de las pieles maduras, su uso continuado puede aportar luminosidad, firmeza y mayor hidratación.
Conclusión
El jabón de saúco es una joya de la cosmética botánica: eficaz, suave y lleno de activos naturales que promueven una piel sana y equilibrada. Más que un producto de limpieza, es una forma consciente de cuidar la piel con respeto, conocimiento y un profundo vínculo con la naturaleza. Incorporarlo a la rutina diaria es apostar por una belleza limpia, vegetal y terapéutica, donde tradición y ciencia se encuentran en perfecta armonía.